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sábado, 16 de mayo de 2015

ABRE LOS OJOS ANTES DE QUE SEA TARDE

Lea y escuche lo que lo que el Espíritu Santo dice a su iglesia de este tiempo.

Abra sus ojos antes de que sea tarde

Hace unas semanas atrás, al tomar la Biblia en mis manos le pregunté al Señor..."Padre ¿qué tienes hoy para decirme?", segundos después vino a mi mente San Lucas 24. Abrí en este pasaje bíblico y comencé a leer.

1 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.2 Y hallaron removida la piedra del sepulcro;3 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.4 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras,9 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.10 Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.
11 Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían.
12 Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
25 Entonces él les dijo: !!Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

En la medida que leía, había ciertas frases que comenzaban a tomar sentido, era como si su Palabra resplandeciera ante mi y me decía cosas muy reveladoras para nuestros tiempos que se comparaban a los tiempos de Jesús. En su tiempo Israel también vivía tiempos muy difíciles. Era un pueblo sometido por el imperio romano, no había esperanza alguna, la gente vivía oprimida y enferma. Tenían miedo por la mano de hierro de este imperio. Los recaudadores de impuestos cobraban mucho más de lo que debían pagar porque el imperio exigía. Y yo le pregunto a Usted...¿No es lo que la tierra esta viviendo desde hace varios años pero que ahora se ha acrecentado?...Los días malos están a la orden del día. Los jóvenes no tienen esperanza porque no encuentran empleo, no estudian porque dicen ¿Para qué voy a estudiar si todo es corrupción? Hay asaltos y robos constantes, y las casas son cárceles en donde la gente ya no tiene sus puertas abiertas, hay desconfianza en todos lados, los asesinatos son cosa de todos los días, la lujuria es algo habitual, el sodomismo se ha impuesto a nivel mundial, los personas ya no tienen empleos dignos sino que son esclavos de un sistema esclavista, el hambre se está haciendo cada vez mas notable en diferentes países, y podría seguir describiendo, pero Usted es inteligente y ya entiende de que es así. 
Y en medio de todo esto lo que vino a mente fue "Incredulidad"

Al referirse a la palabra "Incredulidad" el Espíritu Santo me dijo...¿Te has dado cuenta de cuánto duraron las noticias acerca de lo que sucedió en Córdoba? 
Sí Señor respondí, tan sólo unos días. Me respondió entonces...¿Hubo una actitud de la gente por denunciar y decir Basta a las mentiras que escuchaste?. Yo respondí...No Señor, todo sigue igual y los políticos siguen haciendo campaña como si nada hubiera pasado.


Me dijo también..."Y acerca del Terremoto en Nepal...

...dime, ¿cuántos días estuvieron los noticieros del mundo mostrando el desastre de allí?
 También Señor, respondí yo. Sólo algunos días y después de una semana Nepal fue historia y casi nadie se enteró del 2do. terremoto que hubo allí 2 semanas después. Él me dijo entonces: "pues así fue en mi tiempo, yo fui una novedad nada más. Morí y 3 días después sólo era una lamentable noticia. Quisieron creer pero su incredulidad les cegó el entendimiento y sus corazones se entristecieron". 

Yo pensé dentro mío y dije..."entiendo Señor"

Él agregó entonces...
"Mira...así como Cleofas fue incrédulo y hasta pensó que María Magdalena, Juana y María estaban locas y no les creían, así sucede en este tiempo. Mi pueblo no cree y hasta incluso cuando levanto a alguien para que les diga lo que yo envío a advertirles, discuten entre sí sobre lo que les digo, los rechazan y piensan que están locos. Como te han dicho a ti también y aún murmuran pensando que eres un loco.
Pues bien...esta historia es igual a la que esta ocurriendo ahora mismo en mi iglesia. 
Yo envío hombres y mujeres para que hablen y no les creen, ellos continúan distraídos en sus vidas y yo estoy en último lugar. 
Ponen sus propias visiones y metas antes que a mi. Y yo soy el Señor de la Obra!!, 
¡¿Porqué equivocan a mi pueblo?!... pero mi pueblo está ciego, tienen sus ojos vendados para que no les sea la luz porque no quieren creer. Muchos perecerán, y cuando esto suceda será repentino, ya no habrá tiempo de arrepentimiento y Yo les diré lo mismo que a estos dos hombres.

INSENSATOS!!! ya es tarde.