Lo Último

viernes, 9 de octubre de 2015

UN REGALO DEL CIELO

Hace algún tiempo atrás nació en mi corazón el interés de conocer cada día más al Señor de Señores y el Padre de los Espíritus, nuestro amado Yahwe. Desde ese entonces me está enseñando cosas que están ocultas a los ojos de los incrédulos y a aquellos que tienen una poca visión de quien es realmente nuestro Padre y de cuan grande es su Gloria en extremo. Hoy comenzaré a mostrarles algo de lo mucho que me esta enseñando. Por eso el título de esta publicación....Un regalo del Cielo. 

Lean y escuchen con cuan grande amor nos ama nuestro amado Jeshua


Hace unos semanas atrás le pedía al Señor que me dijera acerca de mis pecados, que me hablara a mi espíritu para saber qué aspectos de mi vida debo continuar modificando para poder irme con Él cuando venga a buscarnos. Eran esos días en donde estaba muy luchado. Y el Señor me regaló una hermosa visión. 

En la misma lo vi parado frente a mi con dos ángeles a su lado. No vi su rostro porque emanaba luz, pero vi sus manos extendidas, y en las mismas, vi una trompeta de color plateado cristalino, como si fuera de color agua transparente pero salía luz de esa trompeta. Y el Señor Jesús me dijo: "Te esta esperando...." Yo me largué a llorar muy emocionado por lo que vi y oí. Aún hoy me quiebro cuando lo recuerdo. 

Pero como Él es tan buenito, tan dulce y amoroso, yo le decía: "Señor...pero si mi conocimiento es limitado, seguramente los ángeles tocan mucho mejor que yo. ¿Cómo voy a hacer para tocar como ellos y poder adorarte? Entonces a los días siguientes, nuevamente tuve una visión, y en esta oportunidad me mostró un ángel de cabello largo y castaño claro,  y su aspecto era muy cordial y simple; y me dijo...."Él será tu maestro y van a ser muy buenos amigos." Y ayer por la noche mientras oraba y le decía que lo amo y que quisiera irme con Él, cuando le decía que lo estoy esperando con muchas ansias. Él me dijo que leyera Salmo 61, y mientras leía sentí su vos diciendo en dos frases.

Tú habitaras en mi tabernáculo para siempre; y estarás seguro bajo la sombra de mis alas. Te he dado la heredad de los que temen mi nombre. Y tus años serán como generación y generación.
Así es que pensando en que prontamente podré adorarlo mientras que lo vea con mis propios ojos es que preparé una pequeña interpretación de lo que quizás escuchemos cuando venga a buscarnos para irnos a las Bodas del Cordero.